Todos tenemos de esos amigos que ya no vemos frecuentemente pero que cuando nos juntamos parecería que nunca dejamos de vernos, nos sentimos cómodos, con solo mirarnos sabemos lo que estamos pensando y nos puede dar una pavera con solo una mirada de complicidad. En Brasil te sientes que todos son esos amigos. Con un sentido del humor inteligente y una picardía que muchos guardan solo para sus mejores amigos o familiares, así te reciben los Cariocas en su ciudad más famosa y los habitantes del resto del país. Una guiñada de compinche, un comentario para hacerte reír o simplemente una señal para dejarte saber donde esta la mejor playa o la caipiriña más sabrosa te hacen sentir que estás visitando a unos primos lejanos.
Rio de Janeiro, “la Ciudad Maravillosa”, es la puerta de entrada y capital cultural del país: verde, amarilla, ruidosa, vibrante y con un ritmo acelerado apropiado para una metrópolis de casi 7 millones de habitantes. Pero algo no es igual a las otras metrópolis del mundo; Aquí la gente no está apurada ni amargada, se notan alegres dejando que las cosas fluyan al ritmo de las mismas olas que van y vienen en la Famosa playa urbana de Copacabana.